La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) publica un nuevo informe en el que confirma que la gasolina low cost ofrece la misma calidad que los carburantes de las grandes estaciones de servicio.
“Es importante que los conductores comprendan que precio y calidad no están reñidos. Un combustible low cost puede costar hasta 10-15 céntimos menos por litro que uno de marca y, aún así, cumplir con los mismos estándares técnicos”, explica Manel Montero, director general de Grupo Moure
Desde Grupo Moure, holding del sector energético y carwash que engloba a diferentes empresas como la red de gasolineras Autonetoil, valoran positivamente el reciente informe publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que confirma que la gasolina low cost ofrece la misma calidad que los carburantes de las grandes estaciones de servicio. Recomendando repostar en las estaciones más baratas.
El informe de la OCU desmonta la creencia muy extendida de que los combustibles de bajo coste son de menor calidad. Según el estudio, todas las gasolinas y diésel analizados cumplen con la normativa europea y no afectan al rendimiento ni a la durabilidad del motor. Manel Montero, director general de Grupo Moure, señala que “es importante que los conductores comprendan que precio y calidad no están reñidos. Un combustible low cost puede costar hasta 10-15 céntimos menos por litro que uno de marca y, aún así, cumplir con los mismos estándares técnicos”.
El precio más bajo no se logra reduciendo la calidad del combustible, sino optimizando la eficiencia operativa. Las gasolineras low cost operan con instalaciones automatizadas con un alto grado de digitalización acompañado de una estrategia logística más eficientes, lo que permite trasladar el ahorro directamente al consumidor. “La clave está en la eficiencia operativa y la correcta gestión del combustible, no en recortar la calidad del producto”, añade Montero.
El análisis de la OCU coincide con la evidencia técnica: los carburantes no son más perjudiciales, sean low cost o de marca, deben incorporar aditivos que mejoren la ignición, el arranque en frío, la lubricidad, la limpieza interna y la protección del motor, cumpliendo con los requisitos del RD 1088/2010.
Asimismo, los estándares europeos exigen que los combustibles se almacenen y se conserven de forma que no se degraden ni se contaminen, realizando ensayos periódicos de microorganismos, contenido de agua, oxidación, densidad y partículas. Estos controles permiten garantizar que todos los carburantes sean seguros y respetuosos con el medio ambiente. “Los conductores deben basar sus decisiones en datos objetivos y estándares de calidad, no en prejuicios sobre el precio”, concluye Montero.
En este sentido, Grupo Moure subraya la importancia de desmitificar la percepción de que lo más barato es siempre peor, y recuerda que eficiencia operativa y cumplimiento de la normativa pueden ir de la mano con un ahorro real para los consumidores.
